Los Tigres de la UANL se treparon al superliderato de la Liga MX, al vencer 2-0 a los Xolos de Tijuana, en partido donde André-Pierre Gignac llegó a nueve partidos al hilo anotando.

Juan Pablo Vigón vino a destrabar un juego que parecía tenía candado en la zona defensiva del rival, y más tarde Gignac anotaría su gol 10 en el torneo, y se ubica en la historia de Tigres, al poseer la marca de más juegos seguidos festejando gol.

Con el triunfo llegamos a 26 puntos, siendo el Pachuca su más cercano perseguidor, con 25 unidades.

EL JUEGO

La primera parte nos quedó a deber, pero era Tigres el que tenía la pelota y la iniciativa, exigiendo a la línea defensiva visitante que venía a no recibir gol y buscar cualquier error en la parte baja de Nahuel Guzmán.

Sobre los siete minutos Florian Thauvin estuvo a punto de hacer un golazo, en forma olímpica, al cobrar saque de esquina cerrado y el arquero tuvo que rechazar a dos manos.

Tigres comenzaba a tocar la puerta, ante un rival que se defendía con todo lo que tenía en el terreno de juego.

Llegábamos por los costados, por el centro, a balón parado y con tiros de larga y media distancia, si no era Gignac era Florian o Luis Quiñones los que buscaban, incluso Juan Pablo Vigón levantaba la mano.

Pero el juego fue decayendo en una primera mitad que nos llevó al empate sin goles al final del mismo.

SEGUNDO TIEMPO

Arrancar con dominio y opciones de gol la parte complementaria nos hacía pensar en nuestro último partido de Liga, cuando del 0-0 cerrado pasamos al 1-0 y 2-0 en el Clásico regiomontano.

Y así, a los 59 minutos, venía un balón por izquierda de Quiñones, el esférico le quedaba a Jesús Dueñas quien sacaba disparo potente, siendo desviado por la zaga, pero pegando en la pierna de Vigón para empujar el primero.

El estallido en las gradas nos enchinaba la piel, pues caía el gol que tanto estábamos buscando desde que arrancó el juego.

Antes, nuestro técnico había optado por el primer movimiento, al salir Carioca y entrar Carlos González, en clara idea de darle más fuerza al ataque que era insistente, pero no contundente.

Seguíamos insistiendo y a los 65’ Luis Quiñones tocaba de nuevo la puerta, y cuatro minutos después venía una doble modificación: Era momento de mejorar la artillería por lo que salieron Florian y Quiñones, para entrar Yeferson Soteldo y Nico López.

Entonces vendría el mayor control ofensivo, con balones filtrados que nos daban idea de que vendría algo mejor.

Y así era, pues a los 74’ Carlos González peleaba un balón por aire casi en media cancha, lo ganaba y prolongaba a Gignac, quien se metía por el centro, dejando atrás a su marcador y venciendo a un arquero que intentaba adivinar.

Era el 2-0 que si bien fue revisado por el VAR, el júbilo de los Incomparables no dejaba de escucharse.

Todavía en los siguientes minutos el tercero estaba latente, pues Nico López sacaba tiro fuera del área apenas por encima del larguero.

Y luego Soteldo, que escondía y mostraba la pelota cuantas veces quería, para recibir por izquierda, meterse al área y sacar tiro que estrellaba en el travesaño dejando el grito de gol ahogado en la tribuna.

Tigres es Superlíder y el próximo jueves, en Pachuca, tendrá una oportunidad única para refrendar ese lugar en la cima del futbol mexicano.