Los Tigres de la UANL llegaron a la Liguilla del Clausura 2023 en silencio, con cautela, pero con la certeza de que no sería nada fácil vencerlos, y así lo demostraron ante tres de los mejores del torneo regular, resurgiendo para levantar la Octava Copa de Liga de esta institución.

Sí, fuimos campeones llegando en la posición siete de la Tabla General, pero dejando en el camino al Toluca (5-4), Rayados (2-1) y en la Final a un Guadalajara (3-2) que en su casa parecía invencible.

El equipo siempre tuvo que venir de atrás, remontando incluso marcadores que parecían imposibles, como aquel de esa tarde en Toluca, o en esa noche en Guadalupe Nuevo León, y ni se diga en la Perla Tapatía, que se perdía 2-0 al minuto 20.

Tigres levantó la Octava, sexta en los últimos 12 años, jugando una Liguilla convencidos de que era otro torneo y se podía sacar adelante de la mano de sus consagrados y de la nueva generación.

André-Pierre Gignac apareció en los momentos necesarios, siempre como la figura que es desde el 2015, y Sebastián Córdova abrazó el gol como nunca en su vida lo había hecho, haciendo seis goles en siete juegos desde la fase del Repechaje.

Atrás estuvo Nahuel Guzmán, siempre el Patón, que con su liderazgo dentro y fuera de la cancha tenía tranquilos a una zaga conformada por Samir Caetano, Diego Reyes e Igor Lichnovsky, que aparecieron cuando se necesitaba.

En medio Guido Pizarro y Carioca jugando al mejor nivel, donde el capitán lo tuvo que hacer de central en ocasiones, casi por necesidad, pero de forma magistral, sacando la casta y el Perfil Tigre y convirtiendo el gol del título.

Jesús Ángulo y Javier Aquino corrieron por las bandas como novatos, siempre hacia adelante, apoyando el ataque, pero sin descuidar su labor defensiva. Juan Pablo Vigón fue ese jugador que sin imaginarlo llegaba en el momento justo, como aquel pase de taquito a Gignac que terminó en remate de cabeza de Córdova en Toluca, anotando ese gol que nos llevó a la Semifinal.

Tuvimos a un convencido Luis Quiñones de que esta Liguilla sería nuestra, él siempre lo dijo y lo repetía en cada entrenamiento, por eso gritó tanto ese pase a gol en Guadalupe que terminó en la red con cabezazo de Córdova.

Otro que nunca desentonó cuando se ocupó, que fue muy seguido, se llama Jesús y se apellida Garza, que desde su debut no se arrugó y siempre sumó juventud y aporte ofensivo al equipo.

De los chavos como Imanol y González Peña, Manuel Aguilar, Sebastián Fierro, Arturo Delgado, Kenneth Jaime siempre se recibió el mayor de los sacrificios por sus compañeros, haciendo grupo dentro y fuera de la cancha, quedando marcados no sólo por el campeonato, sino por su debut en este Clausura 2023.

Diego Lainez, que llegó ya después de una pretemporada intensa, la sufrió para integrarse al entorno de Tigres, pero poco a poco se fue metiendo, jugado incluso la mayoría de la Liguilla como titular, respondiendo a la exigencia y a la afición.

Fernando Gorriarán vino a descubrir que ser Tigre no es sólo jugar en el Equipo, sino sentir la camiseta, los colores y a la afición, ganándose un lugar que lo llevó a ser titular en 16 de los 18 partidos que jugó.

Y qué decir de los que esperaban su oportunidad, como Nicolás López, Nicolás Ibáñez, Vladimir Loroña, Raymundo Fulgencio y Eduardo Tercero, todos ellos haciendo quizá la banca más competitiva del futbol mexicano, junto al arquero Miguel Ortega, que tuvo que operarse de su hombro derecho y apoyó desde el vestidor a sus compañeros.

Sí señores, Tigres es campeón del futbol mexicano y ahora tendrá que ir al Campeón de Campeones en busca de su lugar favorito en más de la última década.