A lo Tigre, o ¿cómo se podría avanzar a la Semifinal si no es así?, y es que más de 40 mil Incomparables jugaron su partido junto al equipo para avanzar a la antesala de la Final.

Se perdió 1-0, provocado por un error nuestro, y luego vino la expulsión de Javier Aquino, lo que nos hizo jugar 50 minutos con uno menos ante un rival que no dejaba de intentar atacarnos.

EL JUEGO

La intensidad arrancó celeste, pues eran los obligados a buscar uno para luego el otro, pues el rival necesitaba dos de diferencia para dejarnos en el camino, luego del triunfo el jueves pasado en el Azteca.

Sobre el minuto nueve Aquino mandaba centro al área donde André-Pierre Gignac conectaba por encima del larguero, estábamos respondiendo ante nuestra gente y en nuestra casa.

Pero luego vendría la desatención defensiva, que nos sorprendió a todos, incluyendo a Nahuel Guzmán, para que el Cruz Azul anotara y encendiera el nerviosismo en las gradas y en la banca.

Las tarjetas comenzarían a aparecer en nuestra contra; primero Luis Quiñones de amarillo y después Carioca. Antes, Gignac lo intentaría en el área, pero un zaguero tapaba, y Vigón de media vuelta hacía exigir al arquero celeste, quien desviaba a saque de esquina.

Casi al final de la primera parte vendría potra amarilla, para Gignac y una más para Aquino, éste sería revisada por el VAR y la cambiaba por roja, sí, nos volvíamos a quedar con uno menos, pero esta vez a un gol de quedar eliminados.

SEGUNDO TIEMPO

La parte complementaria se dio como se esperaba, con un rival que intentaba volcarse y los nuestros con la idea de no perder orden, de no cometer más errores y de aguantar todo lo que se nos viniera encima.

De entrada, salía Vigón para darle oportunidad a Igor Lichnovsky, quien debía apoyar el medio campo, la recuperación y el desdoble desde esa zona.

Y apenas se acomodaba cuando la figura de Nahuel Guzmán comenzaba a ser clave en el partido, pues nos salvaba del segundo y por ende de la eliminación, a los 47 minutos.

Pese al hombre menos en la cancha, nuestro equipo lo intentaba, cuando Gignac, en doble opción, la mandaba por encima del larguero.

Sobre los 61’ Luis Quiñones mandaba centro que nadie encontraba, y en respuesta el rival lo intentaba, pero volvían a toparse con el Patón.

Después era Jesús Dueñas, a los 68’, que sacaba riflazo que gritaba gol, pero el arquero Jurado la desviaba a córner.

Empezaban los cambios con la idea de refrescar el cuadro. Salía Charli González para que entrara Yeferson Soteldo, quien tenía la intensidad para buscar la individual y provocar cualquier otra cosa.

A los 71’ Quiñones lo intentaba, pero su disparo iba al arquero, luego Gignac con tiro-centro y Soteldo a nada de hacer el empate, pero se quedaba lejos.

El rival comenzaba a sentir el reloj como un rival más, y nosotros a ver el reloj un segundo sí y otro también.

Nahuel volvía a aparecer y nuestra defensa aguantaba, como cuando Jesús Angulo defendía y le cometían falta para comerse tiempo crucial.

Al final el grito de “Te quiero ver campeón otra vez” volvía a escucharse en la tribuna, que festejaba el pase a la semifinal.