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Empate en Edinburg
EDINBURG, 7 de Julio.- La era de Miguel Herrera en los Tigres de la UANL arrancó con un empate sin goles ante las Chivas del Guadalajara en esta parte de Texas, aunque dejando buen sabor de boca en los Incomparables.
Tigres se presentó en el HEB Park vistiendo de blanco y con una formación cercana a lo que podría ser en el inicio de la Liga, con Nahuel Guzmán, Erick Ávalos, Hugo Ayala, Francisco Meza, Francisco Venegas, Guido Pizarro, Rafael de Souza, Javier Aquino, Luis Quiñones, Leonardo Fernández y Nico López.
Apenas a los dos minutos Javier Aquino tuvo el primer intento ganando saque de esquina y luego a los siete Leo Fernández mandaba largo a Nico López, pero le quedaba lejos el esférico, esfumándose la opción.
Tigres intentaba darle velocidad al desdoble y corría el riesgo de perder en la salida, pero atrás la zaga se imponía ante los intentos del rival.
Sobre los 16’ de nuevo Nico López por la izquierda sacando tiro potente, pero el arquero atrás se crecía y rechazaba a dos manos. Los nuestros estaban tocando la puerta más fuerte que el Rebaño, que a los 18’ obligaba a Hugo Ayala a vestirse de crack para desarmarlos.
Entonces fue momento del rival, que a los 29’ hacía el intento y nos ponía en aprietos a Nahuel Guzmán y todos nosotros, pero salíamos avantes.
SEGUNDO TIEMPO
Para la parte complementaria el partido comenzó a ser más de práctica, pues nuestro técnico comenzaba a hacer movimientos con la idea de observar a todos.
Primero metió a Juan Pablo Vigón, el último refuerzo, Juan Purata, Luis Nájera, Adrián Garza y David Ayala por Hugo, Guido, Carioca, Quiñones y Leo.
Más tarde, a los 62’, salían Nico, Venegas y Aquino para dejar sus lugares a Raymundo Fulgencio, Alan Ramos y Jesús Garza. El último movimiento fue Ortega por el Patón, dejando sólo a Aldo Cruz y Diego Reyes sin jugar debido a lesiones.
Sobre los 76’ Vigón tocaba la puerta cuando la controlaba en el área e intentaba acomodarla en el rincón inferior del poste izquierdo, pero por fuera del arco.
Los últimos minutos también tocábamos la puerta, como cuando Nájera, a los 89’, conectaba en el área a las manos del arquero; Luego, a los 91’ el turno era para Fulgencio, con tiro que a una mano escupía el portero del Rebaño.
Tigres se presentó en el valle de Texas tocando la puerta del rival, faltándole sólo el gol para redondear la noche.