Los Tigres de la UANL mantuvieron a raya a la mejor ofensiva del torneo, para sacar un empate sin goles del Estadio de los Rayados, en un Clásico que pudo vestirse de amarillo.

Con el resultado llegamos a 19 puntos, para ubicarnos en la tercera posición de la clasificación general, a dos puntos del primero, pero con un juego menos, al estar pendiente el encuentro ante el Guadalajara.

ARRANQUE DE NERVIOS

Los primeros minutos del Clásico estuvieron llenos de incertidumbre, pues el equipo no lograba acomodarse en la cancha ante un rival que decidió atacar desde el primer segundo, pero sin mucho éxito.

Incluso, sobre los ocho minutos Nahuel Guzmán se equivocaba al dar un balón al centro sin destinatario, interceptando el rival y sacando disparo que se iba por encima del larguero, ni cerca de los dominios del Patón.

TRES VECES NICO

Después del arranque incierto, nuestro equipo se paraba mejor, organizando lo que habían hecho durante la semana, por lo que empezaban a tener más la pelota.

Fue entonces que aparecería Nico López como el más peligroso de nuestro ataque, pues a los 10’ le quedaba un balón en linderos del área, controlando y sacando tiro que estrellaba en el larguero.

Luego, a los 19 minutos, el uruguayo recibía de Sebastián Córdova, quien estaba haciendo un juego casi perfecto, para que Nico se acomodara por la derecha sacando tiro cruzado, encontrando el poste derecho. Cerca otra vez del gol.

La tercera era la vencida, pero no esta noche, pues Nico volvía a tener el gol a los 39’, cuando Jesús Ángulo lanzaba de larga distancia, la defensa prolongaba hacia atrás, quedándole al uruguayo, quien punteaba el esférico, pero sobre la raya un zaguero nos quitaba el gol.

GIGNAC Y QUIÑONES, TAMBIÉN CERCA

No sólo era Nico quien pudo haber anotado, pues Luis Quiñones la tuvo a los 22’ con balón que le quedaba en la entrada del área, sacando tiro a las manos del arquero rival.

Luego, André-Pierre Gignac lo intentaba a balón parado, a los 24’, apenas por encima del larguero y más tarde en tiro libre directo la estrellaba en la barrera.

SEGUNDO TIEMPO

La parte complementaria estuvo igual de intensa, pero no tan cercana al gol de parte nuestra, más que nada porque el ritmo obligado era de los locales por ser a mejor ofensiva del torneo.

LLEGAN LOS CAMBIOS

Sobre los 60 minutos empezaban los cambios dirigidos por nuestro técnico Miguel Herrera, sacando a Nico López con una molestia que obliga a los médicos a ser cautelosos. El que entraba era Raymundo Fulgencio por derecha, reteniendo la pelota y dándole salida.

Tan así, que a los 67’ le daba un balón a Luis Quiñones en el área, quien de espaldas al arco mandaba centro a donde Gignac ganaba la marca para sacar derechazo, a las manos del arquero.

GOL EN CONTRA, GOL ANULADO

A los 70 minutos el júbilo de la afición rayada explotaba, con gol de su equipo, pero a los pocos minutos callaba al ser anulado por fuera de lugar de Rodolfo Pizarro, que si bien no hacía por el balón, sí participaba en la jugada.

SEGUÍAN LOS CAMBIOS

A 11 minutos del final salía Diego Reyes, acalambrado, entrando Eduardo Tercero, quien su último Clásico había sido aquel del 2019, cuando en el Universitario entraba de cambio para ayudar en el pase a la Final a nuestro equipo.

Luego a los 86’ Luis Quiñones dejaba la cancha, entrando Juan Pablo Vigón, movimiento que buscaba tapar más la salida del rival por el centro, algo que poco a poco se podía lograr.

FINAL DE JUEGO

Se dieron seis minutos de reposición, pero antes, a los 90’, Córdova, catalogado por la Prensa como el mejor del partido, se quitaba la marca de uno para sacar zurdazo apenas por encima del travesaño.

Tigres se queda con un punto y mantiene a raya a la mejor ofensiva del torneo, en lo que fue el Clásico 128.